Por la avenida principal, frente a Baccardi y Casapiedra, se encuentra la única funeraria del barrio de Constitución.
Su fachada oscura y silenciosa, las salas velatorias y todo su entorno, encierra los misterios del drama singular, que signa la despedida última de nuestros seres queridos; el adiós definitivo a esta forma humana, y el deseo profundo de volverlos a encontrar , ya sin dolor y sin penas.
Es en este lugar, en donde transcurren mis noches , como empleado nocturno , todos los días.
Donde atiendo, comprendo y comparto a veces, el dolor de tan especial despedida.
Yo que antaño, no iba a ningún velorio, hoy soy funebrero y lo digo con orgullo.
En este blog, trato de desmadejar la estúpida trama , - urdida por unas pocas personas - , abocadas a la cobarde tarea de ensuciar , mi persona.
Ellos no pueden lograrlo solo, para ello, cuentan con la buena voluntad de las personas que se dejan influenciar, con todo comentario, maledicente y difamatorio, que siempre trasciende más rápido que hablar bien de una persona.
Yo vuelvo a aclarar que No soy homosexual, y tampoco un delincuente.
No tengo antecedentes penales, ni causa abierta, o expediente por tal, ni demoras en comisarias alguna.
Mas bien, soy sujeto a una estúpida persecutoria por que buscan a otra persona.
Pero esta persona jamás trabajó en ninguna funeraria.
Y todo esto comienza , cuando trabajé como nochero en la funeraria Carosone, situada en Moreno al 2700 de la ciudad de Mar del Plata.
Casi que lo compadezco al personaje llamado Matias Conde, siendo que no se llama así en realidad, pero así se hizo conocer en esta ciudad .
Parece que lo buscan para que lo echen del trabajo, ensucian en su entorno laboral, para que la gente , no se le acerque, con tan mala puntería que están ensuciando a otra persona que nada que ver.
Yo me pregunto desde este blog: ¿Porqué hay gente que es tan idiota?, ¿Porqué se dejan llevar por trascendidos ,sin mayores pruebas o confirmación de fuente?.
¿Cómo se puede tomar algo como verdadero, acerca de una persona que nadie conoce?, o peor, recién llega al barrio y obvio que nadie sabe quién es?.
La maledicencia tiene un gran poder, y tal parece que su fortaleza es la estúpidez de los que se dejan influenciar fácilmente, y aportan con su pregón en contra de ésa persona desconocida.
Por lo cual el único remedio para hacerles ver su error, es seguir indiferente, sin alterar el rumbo de las cosas, ni andar aclarando en todas direcciones.
Esperemos que el “campeonato de decencia”, que ellos pregonan, no se siga alimentando con mayores estupideces, sin criterio ni razón.
Mientras tanto, desde este blog, seguiré incluyendo todo lo que me parezca interesante de mencionar, no de ensuciar o maldecir impunemente, quizás sí diciendo las cosas como son, aunque a algunos no les guste, claro.
Con mis saludos cordiales, dedicado al barrio de Constitución, siempre pujante, dinámico y comercial.
Luis Bensi.
